Con los años la boca también envejece. La pérdida de piezas dentales, el desgaste natural o el uso de prótesis afectan no solo la estética, sino también la alimentación, el habla y la calidad de vida. Para conocer más sobre cómo enfrentarlo, conversamos con el Dr. Felipe Vásquez, especialista en Rehabilitación Oral de Clínica Vínculo Dental, quien nos aclara mitos, entrega consejos prácticos y nos invita a mirar las prótesis dentales como una oportunidad para recuperar la confianza.
¿En qué consiste la rehabilitación oral y en quiénes se enfoca?
A través de ésta se busca mantener en las mejores condiciones posibles los dientes remanentes, para no terminar extrayéndolos y rehabilitando con una prótesis total. Contempla un tratamiento integral que busca restaurar la salud, función y estética de la boca en personas que han perdido dientes o presentan daño severo. Se diseña según las necesidades de cada persona e incluye prótesis removibles o fijas, coronas, puentes o implantes. Está dirigida especialmente a adultos y adultos mayores que han visto comprometida su dentición, pero también a quienes han sufrido traumatismos o enfermedades dentales graves.
¿Cuáles son los principales mitos que rondan en torno al uso de prótesis?
Uno de los principales es pensar que usar prótesis significa quedar completamente desdentado, como las abuelitas de antes que dejaban sus dientes en un vaso con agua. Hoy ese escenario ha cambiado mucho. Siempre buscamos conservar los dientes remanentes en las mejores condiciones posibles. Si hay piezas viables, las restauramos, limpiamos y controlamos periódicamente.
¿Cómo se mantienen sujetas las prótesis dentro de la boca?
Hay diferentes formas. Cuando no hay dientes, la retención se basa en un efecto de vacío, sobre todo en el maxilar superior. En la mandíbula inferior esto es más difícil por la presencia de la lengua, por lo que a veces usamos adhesivos como Corega. Cuando existen dientes, utilizamos retenedores metálicos o flexibles —como Valplast— que se ajustan a las piezas naturales y evitan que la prótesis se desplace.
¿Cuánto tiempo tarda una persona en adaptarse a su prótesis?
La adaptación es un tema muy individual. Desde el momento en que se entrega la prótesis, esta debe ser funcional, pero el éxito también depende de la capacidad neuromuscular del paciente. Algunos logran un control perfecto, otros necesitan más tiempo o entrenamiento. Hay quienes nunca se sienten completamente cómodos por factores como la percepción, la cantidad o tipo de saliva, o la inseguridad.
¿Qué tipo de alimentos deben evitarse?
Idealmente, una persona podría comer de todo, incluso una manzana entera, pero en la práctica eso varía. Recomiendo evitar productos muy pegajosos, como calugas o chicles. Estos alimentos fuerzan los tejidos que sostienen la prótesis, lo que puede dificultar su estabilidad y funcionamiento.
¿Qué cuidados debe tener una persona con prótesis para mantenerla en buen estado?
Lo primero es acudir a controles periódicos con el dentista. Luego, limpiar las prótesis todos los días, al igual que los dientes remanentes si es que existen. También es fundamental no dejarlas en cualquier lugar, ya que si son metálicas pueden deformarse, y si son acrílicas, romperse con facilidad.
¿Qué señales pueden alertar de un problema o infección?
Una señal común es la estomatitis protésica, causada por el hongo Candida albicans. Este microorganismo vive normalmente en la boca, pero si no hay buena higiene o la prótesis está desgastada, puede proliferar. La superficie de las prótesis —especialmente el acrílico rosado— es muy sensible a rayaduras, y esas microabrasiones favorecen la aparición del hongo. Cuando eso ocurre, los tejidos blandos se inflaman y hay que tratar la zona con antifúngicos y, muchas veces, cambiar la prótesis.
Más allá de lo funcional, ¿qué impacto tienen las prótesis en la vida emocional del paciente?
Las prótesis nunca serán como los dientes naturales. La masticación cambia, la percepción de los alimentos también, y se pierde la sensibilidad que nos permitía, por ejemplo, detectar una piedrita en los garbanzos. Pero más allá de eso, muchas personas sienten vergüenza o inseguridad. Les gustaría tener algo fijo, que no se mueva ni se les caiga. El aspecto emocional es muy relevante, y debemos acompañarlos en ese proceso de adaptación con empatía.
Para quienes aún no se deciden a comenzar su tratamiento, ¿qué mensaje les dejarías?
Que no se resignen a vivir con molestias. La rehabilitación oral puede cambiar la vida de una persona. No solo recuperamos dientes: devolvemos comodidad, seguridad y ganas de compartir. Y en Vínculo Dental los vamos a acompañar con cercanía y respeto.
Cuidar la sonrisa también es cuidar el bienestar integral.
