“Es muy importante que estos pacientes asistan a sus controles dentales de manera periódica para no sobrepasar sus capacidades de cooperación”, aconseja la odontopediatra de Clínica Vínculo Dental, Dra. Nayaret Soto.
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una de las alteraciones del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia, presentándose hasta en un 12% de la población infantil a nivel mundial. Si bien puede desencadenar otras complicaciones como la ansiedad, depresión, déficit de atención y falta de concentración, el TDAH se caracteriza por manifestaciones de hiperactividad, inatención e impulsividad, así como alteraciones en el sueño y daño en las funciones de ejecución.
Estos pacientes son susceptibles a un alto índice de caries, enfermedad periodontal y bruxismo, entre otras, siendo las caries el problema más recurrente. También las pérdidas prematuras y restauraciones u obturaciones pueden convertirse en problemas recurrentes dada la falta de habilidad y destreza en la higiene dental de parte de ellos.
“Claramente requieren de cuidados especiales en la atención dental ya que no toleran mucho tiempo en el sillón dental. Nuestra función como especialistas es educar hacia una correcta adaptación a este entorno para que reciban una adecuada atención dental y trabajar con ellos para ir aumentando sus capacidades de cooperación. De esta forma, iremos poco a poco transformando esta experiencia que brinda la atención dental en un procedimiento menos estresante para estos pacientes”, aclara la odontopediatra de clínica Vínculo Dental, Dra. Nayaret Soto.
Prestar la atención necesaria que requieren los pacientes con TDAH es determinante al momento de generar un cambio positivo en el tratamiento de caries, lesiones dentales y la salud periodontal, y evitar así la presencia de porcentajes más altos en el sangrado en las encías, bruxismo y un mal cepillado.
“Es importante que estos pacientes asistan a sus controles dentales de manera periódica a fin de cuidar su salud oral, mantener el contacto con el ambiente odontológico para que en caso que hubiese que corregir, sean solo intervenciones menores que no sobrepasen las capacidades de cooperación del paciente”, aconseja la Dra. Soto.